La aceleración es de 11,5 segundos en el primer caso y de 9,7 segundos en el siguiente. En Toronto, Affleck también dijo que "el 90 por ciento del valor de una película es el casting". Al lado del propio Affleck, Arkin, Goodman y Bryan Cranston se lucen también Victor Garber, Tate Donovan, comprar carros Usados Kyle Chandler, Rory Cochrane, Scoot McNairy, Bob Gunton, Titus Welliver y Richard Kind, grandes actores secundarios cuyas caras acostumbran a resultarnos siempre y en todo momento considerablemente más familiares que sus nombres. Absolutamente nadie sabía realmente bien quién era John Chambers, un genio del maquillaje admirado por gente como Marlon Brando. Es suficiente con ver de qué forma se comportan los políticos y la gente de Hollywood", dijo Affleck en aquél instante y a propósito de un enfoque que tuvo mucho que ver con su poco conocida capacitación universitaria. Lijek dice que fue un alivio cuando por último ha podido charlar libremente de lo que sucedió en Van a ir.

"A los 17 años ya me habían hecho 4 operaciones para intentar que mi anatomía encajara en mi sexo"

Además, hallaron que la desintegración de Argolandia se aceleró hace unos 215 millones de años, lo que explica por qué el "continente" se fragmentó tanto, lo que ha hecho bien difícil su detección hasta la actualidad. En todo el Mediterráneo se pueden conseguir ejemplos de la producción artística de Argos. Argos fue la cuna de entre los escultores mucho más famosos de la vieja Grecia, Policleto (Polyclitus), activo en la segunda mitad del siglo V a.C. Aparte de hacer grandes estatuas de bronce, como el Doríforo, muy copiado en la temporada helenística y romana (el día de hoy se conservan por lo menos 50 copias, quizá la mejor de ellas en Nápoles), también escribió un tratado, el Kanon, sobre técnicas de estatua, en el que resaltaba la relevancia de la proporción adecuada. Otro famoso escultor de Argos fue Polímedes, creador de los 2 kouroi de tamaño natural de Cleobis y Bitón.

Él es la fuente de prácticamente todo el humor de la función, siendo en especial inolvidable el juego de palabras que establece con el título de la misma. El resto del reparto cumple bien su cometido, pero siempre dentro de una precisa contención para no romper la estabilidad al que mencionaba con anterioridad, no tanto a fin de que Affleck reluzca mucho más para que el grupo sea más sólido. Como te contamos en su instante, la utilización de la CMP tiene como gran razonamiento la electrificación, con lo que se estima que el nuevo Argo presente motorización híbrida, al unísono que no se descarta una viable variante eléctrica. Para completar la parte motores, se habla de que el impulsor a combustión sería el 1.0L Turbo (T200), que en Argentina eroga 120 CV y 200 Nm de torque, y que trabajaría con una caja automática CVT de siete cambios. La idea, fundamentada en un producto anunciado por Joshua Bearman, es verídica, aunque hubo algunos aspectos en los que la película se separa de la historia. En el mes de noviembre de ese mismo año, bajo la excusa de requerir régimen médico en Nueva York, el presidente Jimmy Carter deja al Sha establecerse en USA por un tiempo.

Pero el plan fue abandonado cuando en los diarios se dieron a conocer novedades sobre el escape. Las situaciones finales de "Argo", en las que los seis estadounidenses llegan con lo justo a subir al avión, son increíblemente tensas. La CIA les había dado documentos falsos para dejar el país y, por supuesto, no había registros de llegada que coincidieran con ellos. Hay una secuencia en la película en que para ofrecer la impresión de que son gente de la industria los seis estadounidenses van a un espacio en Teherán para ver si servirá para rodar escenas del falso largometraje.

Se crearon ejemplos excepcionales de la escultura griega anticuada y se dedicaron a Delfos, donde aún se conservan en el museo arqueológico del lugar. Al fin y al cabo, ‘Argo’ es el prototipo de buenísima película oscarizable, en tanto que no se limita a una exposición académica de una singular historia real, sino aborda con descaro todas sus opciones, desde el drama mucho más visible hasta el thriller, sin por este motivo obviar las posibilidades cómicas del disparatado plan para socorrer a los asilados americanos. Además de esto, Affleck nos da una actuación bastante convincente para que no pensemos en él como el punto enclenque de la función, algo que muchos seguramente diesen por sentado por adelantado. No es impecable, pero sí una película con la que uno acaba suponiendo que su tiempo estuvo bien utilizado. Una de las claves para comprender el éxito de ‘Argo’ en todos los frentes es que Affleck no cae en el error de optar por el típico academicismo para abordar una historia son suficiente interés en sí. No pocos hubieran apostado por una aproximación puramente dramática a una historia real que trae instantaneamente a la memoria la reivindicable ‘La Cortina de Humo‘ (Wag the dog, Barry Levinson, 1997), donde el humor era la tónica dominante hasta el momento en que se producía un giro dramático final que no acababa de cuadrar del todo bien con el tono del resto de película. Eso no sucede en ‘Argo’, donde Affleck sabe de qué forma usar el guion de Chris Terrio para, sosteniendo siempre en visión el dramatismo del hecho real del que parte, jugar con los géneros que mejor se amolden a cada situación para que la película funcione al mismo tiempo como iniciativa de corte artístico y singular diversión para todo tipo de público.